Puede ser que nunca nos hayamos dado cuenta de la importancia de hacer sentirse “seguro” a nuestro cónyuge; pero este elemento es imprescindible si buscamos un matrimonio fuerte y exitoso, capaz de enfrentar cualquier adversidad.

¿Alguna vez has salido a caminar por alguna calle luego de una tormenta de nieve y hielo? Eso puede hacerse, pero siempre existe el nerviosismo interior de saber que en cualquier momento podemos darnos un terrible golpe.
Lo que muchos esposos y esposas no se dan cuenta, es que la ausencia de seguridad en una relación es como sentenciar a una persona a vivir caminando sobre una calle cubierta de hielo.
Nunca tienes libertad para vivir completamente tranquilo en un hogar en el cual la inseguridad ha congelado la relación. Es imposible disfrutar de un matrimonio si siempre estás luchando por mantener el equilibrio.
Lamentablemente, en más y más hogares es siempre invierno y nunca primavera. Pasan meses y meses en los cuales la cálida luz de la seguridad jamás penetra las frías nubes invernales de la inseguridad. Sin embargo, existe un antídoto para vivir la vida debajo de una oscura nube.
Puedes traer calor a una relación de una manera extraordinaria. En verdad, hoy mismo puedes hacer algo que será como liberar toda la fuerza del sol del verano sobre tu matrimonio. ¿De qué se trata? Se trata de proveer a nuestros seres queridos seguridad incondiciones, que es un aspecto importantísimo del sustento.

Derretir la desconfianza
La seguridad actúa en un matrimonio como la luz del sol en una planta. Si dejas a una planta en la helada oscuridad de la inseguridad, pronto todas sus hojas se marchitarán y se pondrán color café. Si recién hemos “plantado” una relación, las frías sombras de la desconfianza pueden impedir que esa relación crezca. Una planta debe recibir luz solar si esperamos que sea saludable y florezca. La seguridad para un matrimonio es lo mismo que la luz del sol para una planta.
Se recibe seguridad cuando un hombre y una mujer se dicen mutuamente: “Eres tan valioso para mí, que suceda lo que sucediera en esta vida, yo estaré comprometido contigo. Eres tan valioso, que pasaré el resto de mi vida cumpliendo mi promesa de amarte”.

En resumen, es un reflejo de la clase de seguridad que tenemos en nuestra relación con Cristo. Romanos 8:35-39 dice: “¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La tribulación, o la angustia, la persecución, el hambre, la indigencia, el peligro, o la violencia? Así está escrito: ‘Por tu causa siempre nos llevan a la muerte; ¡nos tratan como a ovejas para el matadero’. Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor”.

¡Eso es seguridad! Y cuánto más podamos reflejarles a nuestros seres queridos el mismo nivel de seguridad que tenemos en Cristo, tanto más estaremos bañándonos con esa tan necesaria luz solar. Esto es válido para aquellas madres que desean que sus hijos se sientan confiados en sus relaciones de amistad, y más tarde en la relación de noviazgo. Es válido para los padres que desean que esos mismos hijos tengan éxito en la escuela y más tarde en sus profesiones. Es especialmente válido para el esposo o la esposa que desea un matrimonio saludable, y no uno que se está marchitando.

Seguridad en la Pareja
Cable a tierra
Todo matrimonio duradero implica un compromiso incondicional con una persona imperfecta. Esto significa que podremos mirar las imperfecciones del otro y decir: “Esas hojas color café me irritan, pero voy a descubrir qué es lo que las ha causado, y veré si puedo ser de ayuda. No me importa cómo te encuentres, estaré a tu lado y te ayudaré a crecer”. Sin esta clase de compromiso, será más probable que digamos: “No puedo soportar esas hojas de café. ¡Me han molestado por años! ¡No aguanto más; me voy!”
Para todos nosotros, la seguridad es un prerrequisito esencial, no una opción emocional. Seamos aún más específicos: consideremos cómo podemos ayudarles a nuestros seres queridos a crecer proveyéndoles la luz de la seguridad en su vida.

Te recomiendo que le preguntes a tu cónyuge: “¿Qué es para ti la seguridad?” Presta atención a cuáles sean sus respuestas. La seguridad puede traducirse de la siguiente manera: “Permíteme dar mi opinión en las decisiones financieras”. “Haz tiempo para los devocionales familiares”. “Llámame cada día cuando salgas de viaje”.
Si comprendes lo que es la “seguridad” para ellos, entonces podrás comenzar a hacer un depósito tras otro en su banco de amor. Esto te redituará altos intereses en tu relación. Al procurar construir seguridad en tu cónyuge, a través de actos pequeños y positivos, lograrás algo más que añadir marcas positivas en el libro de tu matrimonio. Les ayudarás también a ellos –y a ti mismo– a guardarse de la tentación de atravesar la puerta llamada “deshonor”.

El verdadero amor significa un compromiso sacrificial que implica valor, especialmente cuando la otra persona no está en condiciones de respondernos. La seguridad nunca debería ser algo que tomamos o dejamos de acuerdo a las conveniencias. Debe ser una convicción permanente de que nuestro compromiso sigue inmutable y lo seguirá siendo, pase lo que pasare.
Algunas veces en un matrimonio deben realizarse sacrificios, pero una y otra vez elevarán el nivel de seguridad en un hogar.
A pesar de que muchos hombres y mujeres no se den cuenta, nunca crecemos lo suficiente como para no sentir una profunda necesidad de que nuestros seres queridos apoyen con entusiasmo nuestros intereses. Lo que esto significa en un matrimonio es que la luz de la seguridad puede brillar sobre la pareja cuando mostramos un interés activo por la vida de nuestro ser amado.
El amor es una decisión
Para muchas parejas, estar comprometidos el uno con el otro significa mostrar interés en las cosas que valoran individualmente. Un alto nivel de seguridad en la pareja muestra claramente la calidad de amor que existe entre ambos.
Como luz para una planta, así el calor de la verdadera seguridad puede ser el primer elemento que un esposo o una esposa aporte a una relación exitosa.

Tomado del libro: El amor es una decisión, de Editorial Grupo Nelson
Gary Smalley & John Trent.

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