Usted ha gastado demasiado otra vez, y ahora está discutiendo con su cónyuge acerca de cómo pagar las cuentas. Pues, usted está dentro de lo típico: más peleas giran en torno al dinero . El dinero es una fuente de fricción, pero no tiene que ser así.


1. No permitan que el dinero los divida. Aunque estén enfrentando una situación económica difícil. No haga ataques personales a su cónyuge. En lugar de ello, busquen juntos la manera de resolver el problema.

2. Tenga una “cita financiera” cada semana. Eviten hablar de problemas de dinero antes de irse a la cama o antes de salir a trabajar. Escojan el momento en que no estén cansados, con hambre o de mal humor.

3. Hagan un plan de gastos sencillo. Así que, en vez de preguntarse después en qué se les fue el dinero, planifiquen de antemano cómo va a manejarlo. Hay una serie de presupuestos a la mano, desde la técnica de poner efectivo en sobres, hasta herramientas en línea y software.

4. Permítanse cierta libertad en el presupuesto. Pónganse de acuerdo en una cantidad máxima que puedan gastar sin que antes tengan que consultarse mutuamente. El monto destinado para esto dependerá de una serie de factores: El monto que tienen que pagar por la vivienda y por las deudas. Al pagar lo que deben y aumentar su ahorro, la cantidad de lo que puedan gastar libremente será mayor.

5. Ahorren para las emergencias. Cuando el refrigerador ya no dé más, o explote el radiador del automóvil, se les arruinará el presupuesto a menos que tengan ahorros.

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