¿Cuáles son las etapas naturales de una relación hasta el Matrimonio?  
 1. La Primera etapa es la amistad
Amor y Romance precedido por la Amistad dará una firme base para las etapas subsiguientes. La amistad es el fundamento sólido de toda relación que crece. Si quieres tener un edificio alto tienes que pensar en cuan fuerte debe ser el suelo que lo soporte. Esta etapa origina la confianza, respeto, cortesía y aceptación hacia los demás. Significa que cuando lleguen las dificultades en tu vida y la mayoría corre, el amigo quedará a tu lado. Aquí la apariencia personal toma un giro muy importante porque esta en juego “la atracción”. Este es el juego de la flor con los pétalos: “Me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere...” Todo dependerá de cuantos pétalos tiene tu flor.  
2. La Segunda etapa es la de encuentros casuales.
Consiste en verse “de vez en cuando” en la cafetería de la escuela, en la iglesia o en una actividad general de la comunidad. No se hacen citas oficiales con lugares ni horas específicas. Se comparte en grupos o familias. Le dices a tus amigas o amigos que esa “muchacha” o “muchacho” te gusta. 
 3. La Tercera etapa, amistad especial .
Significa compartir actividades tales como banquetes, fiestas elegantes y eventos especiales que requiere ir acompañado de alguien muy especial. Se habla de lo que esta sucediendo alrededor, amigos o familiares. Se incluyen ver películas en video o mirar la televisión, escuchar conciertos, asistir a eventos deportivos o sencillamente escuchar música. 
4. La Cuarta etapa, Noviazgo Ya la pareja se identifica con atenciones especiales mutuamente y exclusivamente el uno hacia el otro. 
Se hacen preguntas personales como gustos, asuntos que desagradan. Se comienza a conocer la familia tanto de un lado como del otro. Incluyen juegos, andar en canoa, nadar visitar museos de arte, zoológicos, planear y cocinar juntos una comida, etc. Estas citas son oficiales y no se debe llegar tarde ni suspenderlas por ningún otra actividad. Estas citas reafirman los sentimientos de autoestima, ayuda a la pareja a conocerse mutuamente y crea lazos de responsabilidad mutua. 
5. La Quinta etapa, el compromiso privado Es la etapa existente entre el noviazgo  y el compromiso formal. 
La pareja habla, entre ellos, en términos de una relación permanente y hace planes tentativos hacia el matrimonio. Su compromiso es privado y personal y no definitivo ni obligatorio. No se hace un anuncio formal, ni están en progreso los planes de boda. Se utiliza la frase en términos de “algún día, cuando nos casemos”. Aquí se habla de los temores y planes hacia el futuro cercano. 
6. La Sexta etapa, Compromiso Formal Estas seis etapas debieran de cubrirse en un termino de año y medio. 
En esta etapa, la conversación gira en torno a temas de mayor privacidad: trato mutuo, uso del dinero, trabajo, cuantos hijos desean tener y en cuanto tiempo. Recomiendo que las parejas tomen el Curso Prematrimonial. Personalmente he casado a Jóvenes solamente que han tomado no menos de 10 horas de este curso. Nota Importante: Es más fácil romper un compromiso antes de llegar al altar y no un matrimonio o una familia. 
7. La Séptima etapa, matriomonio después del compromiso, lo recomendable seria que la boda se planificara entre seis a siete meses. 
Esto dará suficiente tiempo para hacer los preparativos. Para esta última etapa tendremos todo el resto del año para estudiarla y hacer mejoras.
Conclusión: Toma alrededor de un año relacionarse con alguien en forma regular para que las máscaras comiencen a deslizarse y más tiempo aún para ver a la persona tal como es.
Se sabe de muchas parejas que pensaban que ya tenían “mucha experiencia” conociendo a su pareja y fracasaron más tarde. Pensaron que el tiempo para “conocerse” no importaba después que se “amaran mutuamente”. Descubrieron muy tarde que esta decisión es muy seria. Recuerda: Toma todo el tiempo que sea preciso para decidir con quien quieres estar el resto de tu vida “hasta que la muerte los separe”. 
 Fuente: azenmarcha.netadvent.org
Para que una relación sea duradera es necesario cuidarla. Hemos de realizar una lucha incesante, diaria, ya que es en el día a día es donde tendremos que vencer todos los obstáculos que vayan surgiendo y donde nos sentiremos cansados, desanimados, alegres, preocupados.


1. Adaptarnos a los cambios
Fortalecer los vínculos. Mantener y fortalecer la pareja requiere un esfuerzo diario y una adaptación constante.
No existe ninguna garantía de que una relación de pareja dure para siempre. Por muy sólida que sea y aunque ambos estén muy enamorados, no durará si ambas partes no se empeñan y esfuerzan para que continúe.
Para lograrlo, es fundamental voluntad y esfuerzo, y saber adaptarse a los cambios personales y circunstanciales de cada miembro de la pareja.
El paso del tiempo y el hecho de que todo evoluciona y nada permanece igual, hace necesario ir modificando la relación, adaptándola a los cambios que experimentamos y a las diferentes etapas que presenta la vida.
El futuro en la pareja siempre es incierto e imprevisible. Los continuos cambios en todos los ámbitos de nuestra vida y el desconocimiento de lo que nos depara el futuro, nos hacen vulnerables y muestran la fragilidad de cualquier relación.
No obstante, esto no debe ser motivo para dejar de luchar para lograr una relación duradera y estable. Precisamente porque el futuro es incierto, debemos procurar construir una relación sólida y bien cimentada, que pueda resistir las contrariedades que puedan presentarse. No debemos temer a los problemas ni a las crisis, sino estar preparados para cuando se presenten y tratar de utilizarlos para fortalecer la relación.
Nuestra relación debe estar basada en el deseo activo de que perdure en el tiempo y no en los sentimientos, pues éstos son inestables y varían continuamente, dependiendo de muchos factores: cansancio, estrés, estados de ánimo. 

2. Esfuerzo diario
Para que una relación sea duradera es necesario cuidarla. Hemos de realizar una lucha incesante, diaria, ya que es en el día a día donde tendremos que vencer todos los obstáculos que vayan surgiendo y donde nos sentiremos cansados, desanimados, alegres, preocupados...
Es fundamental tener un profundo conocimiento de nuestra pareja para saber cuáles son sus necesidades y deseos, y procurar satisfacerlos para ayudarla y apoyarla siempre que lo necesite.
Debemos de tener en cuenta que nuestra vida es una sucesión de etapas y que cada una de ellas la vivimos de forma diferente. Nuestra pareja debe estar informada del momento personal que vivimos, porque no siempre sentimos, ni queremos, ni pensamos lo mismo.
Las relaciones no se mantienen por sí solas, precisan de un esfuerzo continuo por las dos partes, tanto para informar y comunicar como para prestar atención y escuchar. No se pueden mantener una relación si no la cuidamos y alimentamos con detalles, actos o hechos positivos para ambos. 

 3. Cómo evitar una relación frágil
Debemos tener una visión a largo plazo y no pensar en la ruptura ante los problemas, sino en las posibles soluciones. Plantearnos nuestra relación como un proyecto de vida en común que no estará exento de dificultades, pero donde evidentemente también habrá muy buenos momentos.
Es importante que intentemos enamorarnos cada día un poco más, centrándonos en sus cualidades o en aquello que más nos gusta de ella, y no detenernos en lo que no nos gusta o molesta.
Hay que cuidar el trato que tengamos con nuestra pareja para que en ningún momento resulte ofensivo. No podemos caer en los insultos, ridiculizaciones, críticas negativas ni descalificaciones. Debe primar el respeto y evitar gritos, insultos o malos gestos. Las formas cuentan y mucho.
Crear un ambiente agradable y alegre y dejar a un lado el mal humor y los caprichosos estados de ánimo.
Convertirnos en personas que gusten a su pareja. Cuidarnos físicamente, intelectual y anímicamente. Ilusionarnos con todo lo que nos rodea y tener experiencias y sensaciones nuevas. De esta forma, estaremos enriqueciendo nuestra relación.
Hay que intentar atender a nuestra pareja sabiendo escucharla, comunicándonos con ella y proporcionándole lo que necesite de nosotros. Debemos tener presente que no siempre coincidiremos con el punto de vista del otro, por lo que hemos que ser lo suficientemente flexibles como para aceptar opiniones diferentes a las nuestras.
Es necesario confiar y apoyarnos mutuamente y a pesar de las dificultades que van surgiendo a lo argo del tiempo mantenernos ilusionados y comprometidos.