• Humildad.

  • El peligro del diálogo es que llegue a ser una acusación en lugar de una ayuda para la comprensión. Al torturar y atacarse el uno al otro, acaban estando más molestos y enojados que antes.



  • Para evitarlo, conviene practicar la humildad. Es muy importante que antes de criticar y acusar al otro, cada uno lo haga primero consigo mismo. Entonces se estará preparando para hablar.

  • * Hay que tener mucho cuidado a la hora de las críticas, de las preguntas difíciles, de las acusaciones. Al hacer un esfuerzo para comprender al otro, habrá un clima de calma y confianza.



  • Paciencia.

  • En un sólo día no se conseguirá la comprensión de la pareja. Como en todo, dos personas requieren de un largo aprendizaje para vivir juntas.



  • La paciencia consiste, ante todo, en la repetición incansable: en un constante volver a empezar. La clave es una paciencia que no se rompa, aunque a veces será necesario hacer durante toda la vida la misma observación, pedir lo mismo.



  • No pensaremos que el otro no nos hace caso adrede, simplemente se le puede olvidar o no logra crear el hábito que sólo nace de la repetición. Lo importante es saber repetir con paciencia, de buena gana y con calma.



  • Oportunidad

  • No toda verdad es para ser dicha. Algunas veces es mejor callarlas, porque diciéndolas sólo lograríamos herir al otro.



  • Existen silencios que deben de ser respetados, secretos inviolables. No todo ha de decirse, ni tampoco puede preguntaras todo. El respeto y la discreción son la clave del diálogo.



  • Es necesario escoger acertadamente el momento de no decir o preguntar algo: por ejemplo cuando se está muy enojado, celoso o triste.



  • Saber elegir lo que se dice y hablar cuando sea más oportuno, hará que el diálogo sea más eficaz.


  • Constancia:

  • *Existen momentos oportunos para el diálogo, así como épocas mejores y malas rachas.


  • Es preciso aprovechar los días en que uno está totalmente dispuesto a escuchar, el otro a hablar y ambos a explicarse, porque quizás no vuelvan más. En el diálogo hay que ser constantes, y es necesario hacer de la constancia un hábito.



  • El diálogo hace que se acerquen las personas y no basta con hacerlo una vez cada cierto tiempo. Es necesario asegurarse de que los encuentros sean seguidos para evitar así que aumenten las incomprensiones y se acumulen los problemas.


  • Aunque a veces no tengamos ganas de platicar, hagamos un esfuerzo y contémosle a la pareja lo que sea, lo importante es evitar los silencios largos y fríos.


  • Renovación:

  • La constancia exige renovación. Porque es necesario, a pesar de todo, tener algo que decirse para poder hablar, y si no es interesante el diálogo puede volverse aburrido y monótono.


  • Es importante que se hable con entusiasmo y ganas, y que ambos pongan interés. Algunas veces uno será el que se empeñe más, otras veces, lo hará el otro.

  • Es muy frecuente que creamos que, si platicamos algo al otro, le parecerá poco entretenido. La comunicación se alimenta de esas pequeñas cosas que nos suceden diariamente.


  • Sinceridad:

  • Sólo por medio de una comunicación sincera nos podemos llegar a conocer, ya que es imposible que el otro adivine nuestros gustos, nuestros pensamientos, nuestros sueños, nuestros deseos, nuestros sentimientos... Debemos abrirnos para que el otro nos pueda conocer.


  • Calidez:

  • Un peligro que amenaza a todas las parejas es que se acumulen muchas incomprensiones y se guarden enojos, haciendo que la relación se enfríe. En este caso, la comunicación se ve afectada porque, al ignorarse, la pareja no se conocerá más.


  • Debemos acostumbrarnos a ser cálidos en nuestra relación y mantener el diálogo. Donde existe amor, la frialdad no tiene lugar. No guardemos los enojos, porque un día explotaremos sin razón aparente.


  • Respeto:

  • Como se dijo anteriormente, una cosa es aclarar ideas, y otra muy diferente es faltarse al respeto.

  • El diálogo debe hacerse con respeto, lo que supone el aceptar a la otra persona tal y como es.

  • A veces nos enojamos cuando nos llevan la contraria y queremos imponernos sin respetar los otros puntos de vista. Esto es un signo de inmadurez. Tenemos que aprender a escuchar a los demás y a reconocer nuestros errores.


  • Con todo lo anterior, habrán notado la importancia del diálogo en la pareja. Los obstáculos más frecuentes tienen soluciones que podemos llevar a cabo.


  • Ventajas del diálogo


  • Una pareja que no platica, que no sabe comunicarse, se encuentra distante y siente un vacío en su relación.


  • Esto se debe a que la comunicación, a través del diálogo, es la que une a la pareja, hace que se encuentren, acepten, adapten y respeten el uno al otro al descubrir, poco a poco sus formas de ser.


  • No es sencillo el que dos personas vivan juntas. La comunicación ayudará a que la convivencia sea más agradable. Por medio del diálogo, uno encuentra apoyo y ayuda en el otro.


  • Aplicaciones en la vida diaria


    Proponerse cumplir con las reglas del diálogo para lograr romper barreras y una mayor unión. Sólo se necesita tener interés y ganas de mejorar la relación.

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