A lo largo de toda la historia de la humanidad se ha afirmado que el matrimonio es la unidad total entre un hombre y una mujer. Esto significa que implica cuerpo y alma de los cónyuges, es decir que implica la donación y recepción de su naturaleza humana: por un lado es libremente asumida, y vivida, y es experimentada amándose incondicionalmente, hasta que se convierten en un bien reciproco (seria lo propiamente espiritual) y por el otro lado,  implica la complementariedad sexual y la propiedad procreativa natural que le es propia, y el compartir el tiempo y el espacio de su vida para construir un proyecto de pareja y familia, hermosos (seria lo propiamente material sazonado por lo espiritual). 

Y es precisamente a este tipo de matrimonio natural al que me refiero, no a los inventos legislativos recientes; aunque las cosas no son su nombre, la manipulación del mismo crea confusión, es por eso que es necesaria la aclaración.

Nosotros los seres humanos siempre actuamos, siempre estamos en acción y a diferencia de los animales, no estamos determinados por el instinto a actuar de una forma determinada, sino que, en virtud de la libertad, podemos optar entre múltiples posibilidades: puedo ser o no cónyuge; y puedo ser un mal, regular o excelente cónyuge. 

Mediante nuestras acciones libres nos edificamos en un tipo determinado de ser esposo o esposa. No son las circunstancias las que nos “hacen”, sino la respuesta libre que damos a ellas lo que nos va construyendo una identidad de cónyuge más perfecta o no. Es decir que vamos a actuar ineludiblemente como cónyuge y que el tipo de vida matrimonial que tengamos será producto de todas esas acciones libremente asumidas u omitidas.

Entonces, ¿cuál sería el parámetro para considerar si estoy siendo buen cónyuge o no? El profesor Aranguren en su libro Etica dice que las acciones son buenas si contribuyen al perfeccionamiento de la persona que las realiza. 

Pero, ¿Cómo se yo como cónyuge que acciones son buenas y correctas para mi matrimonio, y como actuar por motivos rectos? Si partimos de la idea de que el matrimonio es la unidad en cuerpo y alma de los cónyuges, podemos decir que esa es su naturaleza y que cualquier acto u omisión que atente contra la unidad, atentara contra la naturaleza misma del matrimonio, y por lo tanto, no será buena o tan buena para el mismo. Es decir que una buena, bella y verdadera vida matrimonial estará plagada de actos y hábitos afines a la realización de la naturaleza misma del matrimonio natural. 

Esto quiere decir que no es suficiente acciones aisladas y de vez en cuando. Si realmente quieren ser buenos esposos y tener un matrimonio hermoso, es necesario ponerse como objetivo compartido construirlo y vivirlo, como compromiso libremente asumido, todos los días de su matrimonio. Solo así se auto-conformaran en cónyuges buenos por amor. Solo así construirán un ámbito digno para el crecimiento y desarrollo de sus hijos, donde además, ellos mismos aprenderán a amar, siendo amados y viendo amar inteligente e incondicionalmente. 

A través de la implicación personal –en cuerpo y alma- de los cónyuges, en un proyecto de amor incondicional e inteligente, los padres manifiestan y enseñan a sus hijos una actitud, carácter o  personalidad moral, beneficiosa para todos y cada uno de los miembros de la familia y en consecuencia, para la sociedad en la que habitan. Esto es así porque no se da una vez la donación amorosa, sino que se va haciendo, definiendo, a través de las acciones de los cónyuges a los largo de su vida matrimonial.

Un buen matrimonio y en consecuencia unos buenos padres: 

    1. Actúan con conciencia de unidad: son amos y señores de su vida y destino. No se dejan avasallar por las circunstancias de la vida, sino que reflexionan y dan respuestas acordes a su proyecto de amor incondicional y total, libremente elegido.

    2. Actúan con libertad: al elegir el estilo de vida conyugal y familiar, como un modo de ser  superior, así como también, en su realización diaria.

    3. Actúan con responsabilidad: dirigen sus acciones a plenificar su modo de ser conyugal y familiar y asumen como suyas las consecuencias de sus actos. 

    4. Actúan con inteligencia: según unos fines, estableciendo medios y motivos. Es decir, que descubren en los suyos y en el proyecto de vida compartido valores que les apelan y los llevan a actuar a cada momento, con los que se enriquecen.

    5. Logran consecuencias positivas: es este el método de comprobación. Cuando cada uno de los cónyuges: se compromete con el proyecto matrimonial, es virtuoso, actúa de buena fe, sabe reconocer cuando se equivoca y sabe rectificar, trata a los más suyos con respeto y se preocupa por su desarrollo integral no hay forma de que el proyecto matrimonial y familiar fracase. Sino al contrario, han logrado un proyecto satisfactorio, que les ha perfeccionado como personas y ha dado muchos frutos.

Pero si además, son personas de fe, su matrimonio se verá bendecido por la gracia de Dios, siempre tendrán el recurso de recurrir a su padre amoroso para que los ayude en momentos de angustia o contrariedad. Para los cristianos el que los esposos estén bautizados significa que han sido insertos en el Cuerpo mismo de Jesucristo y que están llamados a una plenitud de vida sobrenatural.  Está en manos de los mismos cónyuges alcanzar esta vida de perfección, a imagen y semejanza de Jesucristo, de entrega total, generosa y alegre por los más nuestros, que además, es garantía de perfeccionamiento y satisfacción personal, conyugal, familiar y social.

Blanca Mijares
Introducción

En tiempos de confusión conceptos elementales, como el matrimonio y la familia, pueden mezclarse y desordenarse hasta mudar de significado, y perder su claridad y concierto. La consecuencia de ello es la perplejidad, el desasosiego y la turbación de ánimo de las personas. Esto bloquea y dificulta la posibilidad de optar por las justas decisiones.

En este curso se pasará revista a algunos de los contenidos más relevantes, en los que está haciendo impacto la actual confusión. Se trata de rescatarlos y devolverles su genuino significado. Al mismo tiempo, se procurará proveer a los asistentes de los recursos necesarios (racionales, demostrativos y argumentativos) a fin de que, de un modo riguroso y cualificado, les sirva de orientación para conducir sus decisiones hacia su personal y seguro destino.






Contenido

1. El relativismo y la "cultura del Yo"
2. La intolerancia a la incertidumbre , a la ambigüedad y al incesante flujo informativo
3. Masculinidad y Feminidad
4. Paternidad, maternidad y filiación: ¿meros roles sociales?
5. La fecha de caducidad del amor humano: "hasta que la relación funcione"
6. Repensar la cuestión de la fidelidad conyugal
7. Libertad e intolerancia a la frustración en las relaciones humanas
8. Atrapados por el sexo: ¿Es necesaria hoy la educación sexual de los hijos?
9. Una investigación sobre el noviazgo: la comunicación y el conocimiento del otro
10. ¿Cómo mejorar la resiliencia de la pareja?
11. Las consecuencias de ciertas políticas familiares
12. La "antropología conveniente" que sostiene el matrimonio cristiano.

http://fec.com.mx/curso-intensivo/Matrimonio%20y%20Familia%20en%20tiempos%20de%20confusion/



Cientos de años atrás, en la Roma Clásica, las ceremonias nupciales duraban varios días y consistían de varios ritos distintos: en la víspera del día de la boda, la novia llevaba un cíngulo y un velo mientras le ofrecía los juguetes de su infancia a los dioses del hogar. Después llegaba la cena nupcial, en la que, tras más ceremonias, los novios quedaban unidos para el resto de sus vidas. En la India, incluso hoy en día, una boda incluye antiguos rituales para alejar a los malos espíritus. Luego se hacen los votos, y el padre o el hermano del novio arroja pétalos de flores sobre la pareja. O en China, por ejemplo, el color rojo es un invitado de honor a las bodas, pues simboliza amor, alegría y prosperidad. Muchos detalles nupciales, desde las tarjetas de invitación hasta las decoraciones de las casas de los novios, tienen este color.

Todo esto nos puede parecer un poco extraño, pero en realidad es lo natural. El matrimonio no es algo propio de Occidente y del Cristianismo solamente: es algo que es parte de la esencia misma del hombe, algo común a todos los tiempos, a todas las culturas y a todas las religiones. Por eso, con el paso del tiempo y en todos los rincones del mundo, es algo que se ha vivido de algún modo. Entonces, podemos preguntarnos, ¿por qué algo que en apariencia es tan “terrenal” como el matrimonio es reconocido como un sacramento por la Iglesia? ¿Por qué tiene una dignidad tan especial que el mismo Jesús quiso que fuera un sacramento?

Para entender esto, primero hay que entender mejor lo que son los sacramentos. Muchos recordaremos esa definición que se nos dio en nuestro Catecismo cuando éramos niños: “los sacramentos son signos sensibles instituidos por Cristo y confiados a la Iglesia para darle gracias a los hombres.” Suele pasar que estas definiciones de diccionario son muy secas y no nos permiten ver todo lo que está detrás. Por ejemplo, definir un atardecer como el “último período de la tarde” no nos transmite la belleza de un sol anaranjado que se esconde tras las montañas, pintando a las nubes de mil tonos distintos, iluminando al mundo con una luz especial y llenando nuestros corazones de paz. Del mismo modo, decir simplemente que los sacramentos son signos no nos permite comprender la hermosa complejidad que yace en esa realidad.

La maravilla de los sacramentos es que son un puente que se extiende sobre el abismo infinito que separa a Dios y a los hombres, y que nos permite experimentar lo divino a través de nuestros cuerpos. Los sacramentos hacen que nosotros, que vivimos en los límites del espacio y del tiempo, seamos partícipes de lo eterno. Como seres humanos, somos cuerpo y alma. A veces se cree que la fe desprecia al cuerpo, y lo mira como algo inferior, incluso como un mal, como un obstáculo para nuestra relación con Dios. Pero Dios sabe que para que Él pueda comunicarse con nosotros, nuestro cuerpo es igual de necesario que nuestra alma. Por ello, en el Bautismo se moja nuestra frente con agua, se nos unge con aceite en la Confirmación y en la Unción de los Enfermos, en el Orden Sacerdotal se llevan a cabo la unción y la imposición de las manos, confesamos con nuestros labios y en voz alta nuestros pecados y se nos dicen las palabras de la absolución, y comemos y bebemos el Cuerpo y la Sangre de Cristo en la Eucaristía.

El matrimonio es una dinámica de entrega y de acogimiento total y absoluto. Los amantes se dan el uno al otro en todo lo que son, cuerpo y alma. Por el simple hecho de estar bautizados, el matrimonio de los amantes cristianos es un sacramento. Podríamos decir que hay dos líneas que podemos seguir para comprender mejor la sacramentalidad del matrimonio. Juan Pablo II habló extensamente de ellas en su Teología del Cuerpo; y ahora seguiremos el hilo de su pensamiento, aunque de una forma más sencilla, gracias a la claridad de uno de los mayores expertos de este tema, Cristopher West.

En primer lugar, el matrimonio es una imagen de la esencia misma de Dios. Dios, en la Santísima Trinidad, es una comunión de Personas. El Padre, desde toda la eternidad y para toda la eternidad, se entrega por completo al Hijo. El Hijo, que recibe el Don que es el Padre, se entrega a su vez totalmente a Él. El Amor entre ellos es tan profundo, pleno y verdadero, que es una persona eterna también: el Espíritu Santo. De la misma manera, el hombre está llamado a formar una comunión de amor entre personas. La dinámica de don y acogida entre el hombre y la mujer es tan profunda y real que se traduce en un nuevo y único “nosotros”, en esa “sola carne” que forman los esposos. Y así como en Dios el Amor se refleja en su Creación, los esposos se pueden convertir en co-creadores de un nuevo ser: un hijo.

Por otra parte, el matrimonio también es un símbolo del amor entre Cristo y su Esposa, la Iglesia. Al estar bautizados, los cristianos adquieren un compromiso con Cristo para toda la vida, y la unión entre Cristo y los miembros de su Iglesia se ve realizada de una manera más plena en la Eucaristía. De cierto modo, se podría decir que la Comunión es la consumación de matrimonio místico entre Cristo y la Iglesia. La vivencia de los votos matrimoniales durante toda la vida, y de un modo particular en el acto sexual, cuando los esposos se unen con más plenitud en una sola carne, constituyen un signo vivo y eficaz del amor entre Cristo y la Iglesia, y una participación real y profunda en él.

Por eso el matrimonio es un sacramento, y por eso es tan especial y maravilloso. De todos las maneras que Dios tiene para revelar su vida y su amor, es el matrimonio (consumado en el acto sexual) una de las más fundamentales. El matrimonio nos permite una comprensión particular del amor de Cristo. Es, parafraseando a West, una revelación primordial en el mundo de lo creado del misterio eterno de Dios. 

-Santiago Abella.

Repartir las responsabilidades financieras
Normalmente las parejas reparten las labores domésticas de alguna manera, explícita o implícitamente (aunque, por desgracia, no siempre de forma equitativa). De la misma forma que deciden quién se ocupa de hacer la colada, ir de compras y sacar la basura, se puede llegar a un acuerdo sobre quién se ocupa del seguimiento de las inversiones o de revisar las cuentas bancarias, hacer las transferencias, pagar las facturas, etc.


Igual que para las otras obligaciones domésticas, estos roles no tienen por qué ser exclusivos de nadie ni repartidos de una forma concreta. No conviene que sean responsabilidad de uno solo. Aunque uno de los dos sea más “experto” o “experta” en temas financieros, la otra persona debe, como mínimo, estar al corriente de la situación económica y comprender las consecuencias de las decisiones que se toman. Lo importante es acordar, por lo menos a grandes rasgos, cómo se va a manejar el dinero en la nueva vida en común y poner en práctica algún sistema para asegurarse el cumplimiento de tareas importantes, como por ejemplo cerciorarse de que existe suficiente sal
do en las cuentas para atender los recibos domiciliados.

De vez en cuando hay que revisar el reparto de responsabilidades. ¿Funciona el sistema? ¿Alguien se siente abrumado por tener que ocuparse de todo? ¿Alguien siente que no tiene voz suficiente en el manejo de las finanzas? ¿Alguien siente que el otro abusa? Es mejor darse cuenta de posibles discrepancias y remediarlas antes de que se conviertan en conflictos importantes.

Sepan dónde han guardado los documentos importantes
Es muy importante ponerse de acuerdo sobre dónde se van a guardar todos los documentos importantes:

-escrituras y contratos
-pólizas de seguros
-extractos bancarios y de tarjetas de crédito, números de cuentas bancarias, libretas, talonarios, nombres de usuario y claves de la banca online, etc.
-información fiscal, incluyendo copias de las declaraciones de la renta
-folletos informativos y documentación de inversiones
-testamentos

Estos documentos deben estar en un lugar seguro, pero localizables por ambos.
Muchos expertos aconsejan guardar los documentos más importantes en pequeñas cajas fuertes ignífugas para salvaguardarlos en caso de incendio.
Las parejas no casadas deben evaluar la conveniencia de disponer, además, de poderes para actuar uno en nombre del otro en caso de incapacidad temporal.
Reevaluar el presupuesto

Con un poco de suerte, los dos ya tienen experiencia gestionando un presupuesto personal de forma individual. Si no es así, es el momento de empezar.

Recuerden las reglas básicas:
-Siempre, siempre, siempre gastar menos de lo que se ingresa
-Dedicar un esfuerzo extra a rebajar o eliminar deudas, sobre todo las de alto interés que no dan derecho a beneficios fiscales.
-En cuanto estén las deudas bajo control, convertir el ahorro en parte de sus vidas. Destinen siempre un porcentaje de sus ingresos al ahorro-inversión todos los meses:
   -A un fondo de emergencias para cubrir imprevistos
   -A los otros objetivos financieros a corto y largo plazo
   -Recuerden que nunca es pronto para empezar a planificar la jubilación. Sea cual sea su edad, debe figurar entre sus objetivos prioritarios.

Fuente:www.finanzasparatodos.es
El 29 de mayo Alapar México platicó con WebUdlap acerca de la importancia de el matrimonio y la familia, valores al que dedicamos nuestros esfuerzos, pues constituyen parte de nuestro ecosistema humano y personal.
De igual forma, también platicamos del curso de Noviazgos de Alto Riesgo que se realizará el 22 de agosto de este año y de la prevención e identificación de este tipo de noviazgos. 
Conozcan más de nosotros y aquí les dejamos el video de la entrevista en WebUdlap.



Una relación saludable se debe basar en el respeto mutuo. Las personas que se respetan sienten orgullo por el otro. Se aceptan y gustan como son en realidad. Además, escuchan y valoran las ideas y opiniones de cada uno.

Pregúntate si existe el respeto entre tú y tu pareja.

  • Normalmente, ¿escuchan las ideas y opiniones de cada uno?
  • ¿Se tratan como amigos?
  • ¿Sienten orgullo por el otro?
  •  
Si respondiste afirmativamente a estas preguntas, es probable que tu relación se base en el respeto, lo que es un buen signo para ti y la salud de tu relación.
Sin respeto, las relaciones pueden ser dolorosas. Muchos pensamos que sólo con una bofetada o un golpe se puede lastimar a otro. Sin embargo, los insultos y las palabras hirientes también causan dolor y pueden destruir nuestra autoestima, cómo nos sentimos con nosotros mismos.


Tu pareja…

  • ¿Te hace sentir que eres una persona desagradable, estúpida o insegura de sí misma?
  • ¿Te dice que nunca hubiera logrado nada sin tu ayuda?
  • ¿Te dice que estás loco o que eres un estúpido?
  • ¿Te ignora o se burla de tus sentimientos o ideas?
  • ¿Desprecia tu raza, familia, cultura, religión, ingresos o vecindario?
  •  
Si respondiste afirmativamente a algunas de estas preguntas, es posible que sientas que tu pareja no te respeta.
Educar no es domesticar, incluye la visión de la libertad como una dimensión esencial de la persona. Ningún hombre puede alcanzar su propio destino en soledad, sin la ayuda y orientación de otros. Nadie podrá jamás hacerse por sí mismo. Debemos nuestro origen a otro, somos originalmente deudores, todo se lo debemos a alguien que no somos nosotros mismos. Para realizarnos tenemos necesidad de otros, por ello la educación es tan importante, hay que iluminar la inteligencia, fortalecer la voluntad y limpiar los sentimientos del egoísmo, considerando siempre que un buen maestro influye más que por sus palabras por su testimonio. 
Lo que conmueve, convence, impacta y estimula será su personalidad. Los jóvenes suelen expresar las actitudes profundas de los mayores: si ellos gozaran de una mayor libertad interior y de una sana independencia de su entorno, los hijos serían distintos, más independientes y más libres. Por tanto es bueno crecer en la conciencia de nuestra responsabilidad. No se vale que nos quejemos de las sociedades que tenemos, nosotros mismos las hemos creado así. Hoy, más que nunca hace falta salir de las manipulaciones, mostrar un rostro único y adquirir un estilo propio de vida. Pero para sentirnos fuertes y libres es preciso sentirnos amados. El amor es decisivo para la salud emocional y la maduración personal, nadie puede vivir sin amor. Por eso, cuanto más amamos a un niño, mejor crece y más confianza le va teniendo al mundo, pero se trata de un amor que no lo ata, si no que le permite ser enteramente ‘otro’ ser libre, emprender su vida con firma de autor. Cuando un niño no es tomado en serio, reacciona con desconfianza, se siente herido en su interior y se cierra ante los demás. Cuando le respetamos, el niño puede adquirir una alegre autoestima, que posibilita su educación. La libertad no consiste en dejarse llevar ppor los impulsos. El hombre libre no es prisionero de sus cambios de humor, ni de las condiciones atmosféricas, no es preso de su sensibilidad, la gobierna. Es el que toma decisiones justas y es capaz de orientar su vida hacía una meta grande que no cambia o varía según las circunstancias.

Sin embargo, algunos padres no piensan así, prefieren la seguridad y no quieren que sus hijos salgan de la infancia. Aceptar el riesgo de la libertad de los hijos, constituye una de las pruebas más radicales de la vida de los padres. Si encierran a sus hijos, tal vez impedirán el llanto pero también ahogarán la risa. Respetar la libertad de un hijo no significa distanciarse de él, significa enseñarle a vivir, capacitarle para ser libre, a tomar sus decisiones. La verdadera autoridad hace crecer y no se convierte en una pesada carga que arruina el desarrollo. La verdad es la que nos hace libres, pero ella debe mostrarse no imponerse y para ello es preciso conversar largamente con los hijos. Si se prohíbe la crítica haces callar a los jóvenes lo que no entienden o no quieren aceptar, tal vez con ello puedas lograr una aparente paz, pero pagarás pronto un precio muy alto.

Si el educador comprende que la rebeldía puede ser sana, si son capaces de pedir perdón cuando les corresponde, si están dispuestos a aprender inclusive de los jóvenes, entonces el ejercicio de la autoridad se llena de madurez. Para ser padre, es preciso seguir siendo hijo. Cada uno necesitamos más amor del que merecemos, cada uno es más vulnerable de lo que parece.

Cuando ha obrado mal es preciso corregirle. Si no se corrige a los hijos se les puede hacer un grave daño. La falta de conciencia de la propia culpa, de la responsabilidad personal, es, quizás, uno de los rasgos más significativos del hombre actual. Sin embargo, sea como sea, conviene transmitir a todos los que han fallado que seguimos confiando en ellos, tal y como otros confían en nosotros pese a nuestras miserias. El educador no puede olvidar la tarea de mirar hondamente y tratar de descubrir lo que los jóvenes quieren expresar con su comportamiento… tal vez llamar la atención, sentirse solos, deprimidos o desesperados. Una persona puede romperse si se le exige continuamente más y más de lo mismo. Es verdad que la disciplina ennoblece, pero si es exagerada resta vigor y fortaleza. La dureza y la rigidez son cualidades de la muerte, la flexibilidad y blandura son cualidades de la vida. Si en el trato con los jóvenes se insiste en ‘machacarles’, con preceptos y amonestaciones, para que aprovechen bien el tiempo y rindan, lo único que se conseguirá son personalidades torcidas que, finalmente, han interiorizado las exigencias y ya no pueden disfrutar de la vida. Es cierto que Cristo pide frutos, pero esto ha de entenderse en el contexto evangélico y no según las claves de la sociedad del rendimiento. Es urgente aprender a observar, a sentir y a vibrar con la naturaleza, con la música, con la lectura, con la conversación, con la amistad, la entrega a los demás, con el contraste de ideas. Podemos ayudar a los jóvenes a descubrir el auténtico sentido de su vida si se tiene un proyecto vital.

Fuente: Tomado de la obra de Jutta Burggraf. Edit. Rialp Madrid 5ª.Edición 2010
¡Cuántas personas de repente se dan cuenta, quizás en una edad avanzada, que no han vivido, que no han sido ellos los protagonistas de su existencia. Hay, quienes pasan la vida ‘semiviviendo’ y hay también quienes no dejan vivir a los demás, atormentando a otros con un sinfín de reglas, controles y mandatos que ahogan los ánimos y las ganas de vivir. Ya Tácito lo advirtió en la Roma clásica “Cuántas más leyes dé el Estado, peor gobernará”. Sólo el amor nos permite vivir la fe libre y alegremente, no se puede obligar a nadie, cuando un sistema reprime la libertad de conciencia impide mucho bien.

Es claro que la Redención no ha sido decretada y se apoya en el frágil depósito de la libertad, y si está ligada a la libertad, si no ha sido impuesta al hombre, por esas mismas razones es, hasta cierto punto, destruible, como diría Benedicto XVI. La libertad es un riesgo, como el amor. Si queremos vivir a la altura no podemos renunciar a ninguno de ellos. El pecado no sólo consiste en hacer el mal, también en omitir el bien, en no actuar y no vivir por miedo a equivocarse. Los hombres tenemos derecho a la libertad aunque cometamos errores.

Todos necesitamos la experiencia de ser incondicionalmente amados. Quien no tiene esa experiencia no ama. Y quien se siente tratado como un objeto, del mismo modo trata a los demás. Si ha sido explotado explota a los demás. Por esto, en un mundo tan desvalido como el nuestro, es urgente reconocer a Dios, pues de lo contrario se carece no sólo del amor de los hombres sino también del de Dios, así jamás recuperaremos la autoestima perdida. En un ambiente en que tenemos que ocultar asiduamente nuestras debilidades para no ser juzgados fríamente, sólo podemos relacionarnos superficialmente con los demás, todo lo que nos interesa, nos duele, nos quita el sueño, nos causa contrición o compasión, lo que nos enciende de alegría o de dolor, en fin todo lo que se encuentra en el fondo del alma se queda fuera de nuestras relaciones humanas, volviéndose cada día menos estimulantes y más artificiales. En cambio, donde reina la confianza, donde se respeta a los demás, nos sentimos todos valiosos y aceptados, no es necesario ni cerrarnos ni defendernos, podemos dejar de lado la armadura y abrir el corazón y así, participar a otros nuestra intimidad. Hay personas que engendran en torno a sí un ámbito de confianza. Es como si dieran alas a los demás. Cran grandes espacios vitales en los que todos pueden desenvolverse con gozosa iniciativa. El mundo se percibe más ancho, más amplio, la vida parece más bella. Así, el hombre puede dirigirse al despliegue de su libertad personal.

Fuente: Tomado de la obra de Jutta Burggraf. Edit. Rialp Madrid 5ª.Edición 2010
La vida no es un lugar para instalarse, pero mientras andamos la travesía corremos el peligro de triunfar en lo fundamental.
Hoy, se puede entender la ascética como remedio contra los peligros de la civilización técnica. El término se funda en el verbo griego ‘askein’ y significa ‘el gusto por trabajar en mí’, por recobrar la armonía original, el verdadero dominio de sí mismo sólo puede lograrse voluntariamente, y no se trata de buscar la propia perfección, sino un amor más grande. No se trata de no hacer nada malo, sino de tener el valor de levantarse, Dios no necesita nuestra perfección, sino que le amemos, que confiemos en él.
Si tenemos una identidad falsa, superpuesta, es preciso disolverla desde dentro. Poner nuestra confianza en Dios es recuperar también nuestra confianza en los hombres, volvernos capaces de descubrir lo bueno y bello que está en el fondo de cada persona. Cuando alguien no puede confiar en nadie se hace daño a sí mismo, vive centrado en sí.
El hombre nunca ha tenido un sentido tan agudo y celoso de la libertad como hoy, sin embargo no ha sido capaz de evitar el surgimiento de nuevas y sofisticadas formas de esclavitud. Hay quienes ni siquiera perciben sus cadenas, siempre se acomodan, lo que sienten, piensan o dicen, no es suyo, se trata de frases confeccionadas por periódicos, revistas, la radio, la televisión o el internet. En el momento en que alguien empieza a pensar y a actuar por su cuenta, y sostiene una opinión diferente, lo rechazan de inmediato como agresor, y lo paradójico es que esto sucede en sociedades de Occidente que se proclaman ‘libres’.
El mal que nos rodea sólo puede dañarnos de verdad en la medida en que encuentra complicidad en nosotros. Todos hemos sido invitados a desarrollar nuestra interioridad, pero solemos rechazar esta posibilidad, y así no es posible lograr vivir a tope y disfrutar, nos perdemos en cosas triviales, nos anclamos a lo superficial, se nos olvida que poco importa que un pájaro esté atado con una cuerda gruesa o con un hilo de seda, al final da igual, ¡el pájaro no puede volar!, decidir vivir solos es el principio de una cadena de conflictos sin fin. En aras de la libertad nos negamos a ser amigos de Dios para terminar dependiendo de los hombres. Es característica del pecado prometer la libertad y darnos la esclavitud. El salario del pecado es la muerte de la libertad.
Es claro que quien no sigue su luz interior, se encontrará pronto en tinieblas y un poco más tarde en la obscuridad, se alejará de sí mismo y en ese mismo acto se alejará de Dios.
Obedecer a otro, hacer la voluntad de otro sin haber aceptado interiormente no es ‘obediencia’ es servilismo, adulación, enajenación vergonzosa de la dignidad. Obediente es quien hace lo que otro quiere porque él mismo también lo quiere. No debemos prescindir nunca de nuestra libertad, ni de la responsabilidad que nos asiste en nuestras acciones. La verdadera obediencia presupone ser interiormente independiente, implica hacer voluntariamente lo que otro quiere, claro, siempre que esté en armonía con la propia luz interior. Nunca debemos prescindir de nuestra libertad, sólo bajo esta premisa es posible obedecer.
 Una persona sólo puede ser libre si quiere y si está dispuesta a entablar contacto con su verdad interior, que no es sino el conocimiento de los que Dios ha pensado al pronunciar nuestro nombre. Mientras no sé quién soy y quién podría llegar a ser soy como un capitán sin rumbo, mi barco tiene agujeros y se hundirá. Mi verdad me hace libre, pero es un bien costoso que se adquiere progresivamente y en la medida en que se entra en ella, pero exige comprometerme, tomar partido y exponerme. Aquella persona que soy yo y que Dios ha querido desde siempre, tiene un rostro único y una tarea inconfundible. La respuesta a este cuestionamiento puede llevare a cambiar el rumbo, pero cuando se sabe que el viaje terminará bien, los acontecimientos de la vida pueden considerarse como una bella aventura. Un cristiano de verdad jamás tiene miedo, el único peligro de verdad consiste en extraviarse en traicionar su verdad. Un cristiano jamás está solo, Dios le conduce, su vida es dialogal, y entre más conoce su misión más fuerzas tiene. Esa voz de Dios es la conciencia, ahí se está a solas con lo mejor y lo peor de nosotros mismos. Cada quien ha de obrar en armonía con esa conciencia, nadie le puede forzar a obrar en contra de ella, ni se le debe impedir que obre conforme a ella, nadie tiene derecho a cargar sobre otros la responsabilidad de su propia actuación. El hombre libre actúa por convicción, no por convención. Jamás debemos consentir que se nos lleve a donde no queremos ir, pero sólo podemos seguir una verdad si la hemos comprendido. La conciencia no es algo totalmente autónomo, está ordenada a la verdad y en relación con ella, por tanto cada quien tiene el deber de formar su propia conciencia.
     La libertad se realiza mediante la voluntad, sobre la cual influyen a su modo el entendimiento, la afectividad y las situaciones externas, pero ¿cómo actúa la voluntad? Primero elijo algo que me parece un bien, me atrae, mueve la acción de entregarse, de amar. El amor es tendencia convertida en acción, la de entregarse al objeto amado. Así el amor se localiza al principio como apetito o tendencia y después como ejecución y todo en razón del bien, mostrado por la inteligencia sobre el objeto amado.
     La libertad se ejerce fundamentalmente en dos actos mediante los cuales tendemos a la felicidad; el amor y la elección veamos cada uno:
     FELICIDAD.- Todos queremos ser felices, que nuestras vidas se realicen de modo pleno y cabal, todos añoramos morirnos absolutamente satisfechos de haber vivido.
 La libertad como aquella capacidad de conducirnos a nosotros mismos se hace inútil si no me atrevo a tomar decisiones. Cuando evito decidir no soy yo quien traza mi historia, otros deciden. No hay peor decisión que la de no tomar ninguna, pues la grandeza del hombre se muestra cuando transforma la realidad decidiendo. Pero para decidir bien es preciso elevar la vista, apuntar alto y orientar la existencia hacía ideales por los que valga la pena vivir, una meta comprometedora y atractiva. Por ello, cuando quieres conocer a una persona no indagues tanto lo que piensa, sino lo que ama, lo que le levanta por las mañanas. Cuanto más grande es nuestra aspiración más grande la libertad que se necesita, pues libertad significa conducirse, hacerse a base de decisiones libres, ‘el destino te lo montas tú’.
La libertad es algo originario y elemental, llega a los más hondo de la persona, no se trata de una mera propiedad de los actos humanos sino un elemento constitutivo del ser personal que somos. Significa, de algún modo, un radical ‘estar conmigo’ una apertura a la realidad.
     Estamos llamados a ser los protagonistas de una historia, la nuestra, a seguir nuestra luz interior, las verdaderas aventuras suceden en nuestro mundo interior, nadie puede evitarlas.
     El hombre tiene un espacio interior, aquel sitio en el que está a solas consigo mismo, y ahí goza de un dominio de su mundo interior, y puede o no manifestarlo al exterior según le convenga o no. Ese mundo interior es aquel lugar donde los otros no pueden entrar, es nuestro ‘santuario’ lo que sólo conozco yo, ahí nadie puede apresarme, ahí me poseo, soy dueño de mí, es mi espacio, aquel en el que no tienen acceso los demás. Mientras no descubrimos esta verdad vivimos errantes.
     ¡Quien ha nacido con alas debe usarlas para volar! Qué es la libertad sino la capacidad de cada uno de ser protagonista de su propia vida, cada quien tiene la capacidad de alumbrar algo nuevo, inédito, atribuible
sólo a él mismo. Estamos llamados a desarrollar nuestros talentos, a convertir nuestra existencia en algo grande. El mundo acabará siendo lo que hagamos de él y nuestra vida lo que hacemos de ella. Dios nos ha confiado un proyecto, si lo miramos, si tratamos de realizarlo no será difícil llenar de sentido nuestra existencia.

     A cada uno Dios nos ama con locura y es preciso descubrir ese amor en la propia vida, ese amor es nuestra ‘confianza originaria’ exactamente como la que un pequeño siente en el regazo de su madre. Dios nos crea por amor y para amar, y nos invita a vivir la vida con él, a compartir su intimidad y mantener con cada uno un diálogo. Mientras no seamos conscientes de ese amor de Dios por nosotros viviremos huérfanos vagabundeando. Vivir es sin duda un arte, pero ese arte consiste en saber descubrir nuestro auténtico rostro, el que Dios ha visto al crearnos, ese es nuestro yo más real e ideal. Ser hijos de Dios es nuestra identidad más profunda. Estamos llamados a ser muy del mundo y muy de Dios y a
Por: Blanca Mijares
El ser humano es una criatura compuesta por alma y cuerpo, posee una composición psíquica y material que significa un doble orden de operaciones “humanas”: orgánicas e inorgánicas, igualmente reales y estrechamente ligadas.
Para que se considere que una persona ha alcanzado la madurez necesaria para el matrimonio, requiere haber alcanzado un desarrollo armónico de su personalidad, integrando lo material en lo espiritual, es decir, su vida instintiva a su vida racional que es lo que más lo distingue como ser humano.
El ser humano esta estructuralmente abierto para el amor. Al haber sido creado por Dios Amor, a su imagen y semejanza, el ser humano está llamado a una relación interpersonal con el Todo Verdad, Belleza y Bondad. Es esta la razón de su insatisfacción existencial, de su deseo de querer más. Pero, sobre todo, de esa necesidad de querer saberse incondicional y eternamente amado. Es precisamente por esto, que se dice que el amor entre los esposos es el que se asemeja más al amor divino. Pues quienes se aman conyugalmente están dispuestos a asumir la vida del otro como propia de forma incondicional y con todas sus posibilidades de futuro. Es el amor más perfecto porque además, al haber sido libremente elegido es más perfectamente humano, al incluir la inteligencia y la voluntad de los cónyuges, al ser  propiedades espirituales.
Una visión un tanto científica acerca de las parejas....

Siempre nos hemos preguntado porque me atrae lo opuesto, porque siempre me enamoro de alguién que es de caracteres opuesto a los míos?, es una constante pregunta que aveces nos agobia y no entendemos el porque, nuestra pareja o la persona que elejimos para compartir nuestras vidas es diferente en muchos aspectos de las que nos hubiera gustado que fuera.

Pues parece que la respuesta radica en los genes, asi es una investigación científica realizadas a varias parejas casadas por años, indicó que hay muchas más posibilidades de tener diferencias en una parte del ADN y que gobierna el sistema inmune, y por el contrario en parejas temporales resaltó que hay mas similitudes de caracter.

Se puede decir con estos resultados que se trata de una estrategia de la evolución humana para garantizar la existencia de la especie con características saludables, porque según indicarón los científicos de la universidad de paraná Brasil, ya que la variabilidad genética es una ventaja para la descendencia.

Como era de suponer siempre hemos pensado que buscamos parejas que tengan similitudes a las nuestras, pero también se trata de una
reacción subconciente y que se encuentra en nuestros genes que busca tener hijos sanos. Aunque no está claro que señalas son las que hacen la elección pero podría ser olor corporal y la estructura de la cara.

Asi que no hagan muchos analisis porque están enamorados de alguién que es diferente a lo que ustedes estaban buscando, la sabia madre naturaleza trabaja para garantizar la existencia humana, sólo deben buscar que esos caracteres diferentes sean posibles de ser aceptados o sobrellevados, porque sino la convivencia en pareja será imposible.

Fuente: www.elamordepareja.com
Por: Blanca Mijares

El amor conyugal es el modo más perfecto y más humano de amarse. Hay muchos otros modos de amar también muy hermosos, pero el amor conyugal por ser un amor que se asume libremente y que involucra a la totalidad del ser humano masculino y femenino para alcanzar unos fines tan nobles como traer seres humanos al mundo en un ámbito de amor incondicional y de la compañía íntima profunda y plena, constituye la mejor respuesta a las inclinaciones naturales de nuestro ser personal que demanda ser acogido plenamente. Los cónyuges se unen en lo que son: cuerpo y alma. Se convierten en una misma carne gracias a las posibilidades biofísicas y espirituales de su ser masculino y femenino que se encuentran naturalmente y generalmente llamados a unirse. Es a este tipo de unión a lo que se le llamo matrimonio. Es una realidad preexistente a la que se le puso ese nombre para distinguirla de otras formas de amar.
Existen cientos de formas de decir “Te Amo” y aquí les presentare algunas de ellas.

10.- En Ingles = I love You

9.- Frances = Je t’aime

8.-Aleman = Ich liebe dich

Muchas veces queremos que esa “quimica” que hubo cuando enamoramos a nuestra pareja se mantenga con la llama alta y que nunca se degrade, y para ello lo que se tiene que hacer es tener cuidado con ciertos detallitos que aunque parezcan pequeños tienen mucha influencia a la hora de la persistencia del sentimiento y que la relación no termine.

A continuación, la lista de los 10 elementos esenciales del buen novio:

1- Detallista: es un compañero que no se olvida de las fechas importantes y tiene gentilezas como enviar flores, regalar chocolates y sus regalos son siempre muy personales y únicos.

2- Conversador: se trata de que el hombre sepa charlar sobre temas interesantes, que esté dispuesto intercambiar ideas y abierto a escuchar problemas de su novia.

3- Defensor de lo suyo: no es posesivo ni te trata como objeto de su propiedad a la mujer, pero deja en claro frente a sus amigos que tú eres su pareja.
Muchas parejas no llegan a decidirse si lo mejor es casarse o directamente irse a vivir juntos por temor a que un día todo termine y se más fácil la separación.

Acá les dejamos 10 razones para casarse, piénsenlo.
  1.     Formalizas una relación: Después de tanto tiempo de noviazgo, seguramente tienes ganas de irte a vivir junto a tu pareja pero de una manera formal.
  2.     Aumentan tus ingresos económicos: Si los dos trabajan, al casarse, podrán unir sus sueldos y comenzar a ahorrar juntos por lo que será más fácil comprar una casa, un auto o hacer realidad el viaje planeado.
  3.     Tendrás una compañía en la vejez: Seguramente cuando seas anciano ya no tendrás la posibilidad de seguir con tus “aventuras románticas” entonces es mejor tener una compañía segura para estos tiempos.
Hemos creado una lista con 10 razones por las que discuten las parejas. Existen muchas más, pero ten en cuenta al menos estas 10 para evitarte conflictos.

1- Olvidar fechas
Por lo general, son los hombres los que se olvidan de esos días tan importantes para los dos.

2- Un plantón
Una cita que termina en plantón siempre será motivo de pelas y discusiones.

3- Largas esperas
Si no puedes llegar al horario que le has dicho a tu pareja, llama y avisa.
Bodas de cuento de hadas creo que muchos y muchas sobretodo las imaginan, por eso no es de extrañar que existan empresas dedicadas a crear la mejor ceremonia que nos podamos imaginar para nuestra boda eligiendo los lugares más originales que nos podamos imaginar y así creando bodas originales.

1. En un Castillo: Como de cuento de hadas, recientemente se esta convirtiendo en moda de millonarios y celebridades el realizar bodas en castillos, Alemania, Suiza, Dinamarca, Francia e Inglaterra los destinos favoritos de las parejas que deciden tener una boda de cuento de Hadas en un castillo.

2. En un hotel de hielo: Se imaginan casarse en un hotel puramente hecho de hielo?… Bueno pus algunas parejas se han animado a realizar su boda en Duchesnay en un hotel donde todo es de hielo, desde las sillas hasta los vasos para el brindis… Que helado, aunque muy original.
Con la llegada de nuevas tecnologías como el Internet, algunas cosas que pensábamos eran importantes medios de comunicación han quedado en el olvido, tales como las cartas en las que podías explicar en algunas frases tu sentir a las personas que amabas, llámense familia, esposa, novia o amigos. La sola idea para muchas personas de recibir correspondencia era motivo de alegría y la sensación de estarla abriendo muchas veces con desesperación por saber su contenido era indescriptible, al igual que la lectura de la misma, que era todo un ritual donde no existía otra cosa más que la carta, tu imaginación al leerla e imaginarte a la persona hablando contigo de viva voz creaban un ambiente único y además fomentaban la lectura. Eso sin contar como se guardaban algunas de estas cartas como tesoros muy preciados o como secretos, pruebas o hasta penas que querías sepultar en algún cajón.

En fin esta lista se trata de las 10 razones que podríamos tener para preferir seguir escribiendo cartas en lugar de mandar correos electrónicos.

1. Una carta es un documento único y personal: Esto es mucho más de lo que podemos decir de un correo electrónico que no sabemos si alguien más esta viendo, llámense piratas electrónicos, hackers o el mismo sistema gubernamental eso sin contar a los prestadores del servicio o los curiosos que pudieran entrar a nuestro correo si usamos un PC compartido o publico.
Es bien sabido que todas las parejas, aunque tengan una relación muy sólida, son susceptibles de pasar por momentos de crisis.

Habrá que afrontarlas y superarlas, ya que forman parte del desarrollo normal de la relación. Veamos algunas de las crisis más importantes.

1. Los comienzos
2. Crisis de los primeros años
3. Crisis en la mitad de la vida
4. Crisis de la vejez
5. Cómo salir de las crisis

1. Los comienzos

Cuando una pareja comienza, cada uno trata de conquistar continuamente al otro, se hacen cumplidos, no se exigen, siempre están dispuestos a dar, nace un amor que en principio no necesita esfuerzo, es un amor entusiasmado, es el principio del enamoramiento.
Haz que tu relación sea estable y duradera para siempre. Todas nos hemos enamorado por lo menos una vez en la vida, sin embargo encontrar una pareja adecuada es una de las dificultades más grandes actualmente. Cuando la encontramos, buscamos mantener la felicidad de nuestra unión, pero empiezan a aparecer los problemas y nos cuesta trabajo lograr que la nueva relación sea estable y duradera.

Para que una relación de pareja funcione, debemos trabajar en los siguientes 10 elementos; todos son totalmente imprescindibles:

1. La comunicación: Es el ingrediente principal. Si son de las parejas que hablan mucho pero en el fondo no se comunican, sólo se cuentan muchas cosas pero no permiten que el otro vea su yo interno. Intenten expresar más cómo se sienten y cuáles son sus ilusiones, preocupaciones, alegrías y miedos.

2. La escucha: Es la otra cara de la comunicación. Cuando tu pareja se abre ante ti, aunque sea para decir una simpleza, para ella es muy importante que las escuches con atención e interés, y que le permitas y le ayudes a que exprese sin miedo sus emociones. Si no la escuchas, no llegarás a conocerla realmente y ella sentirá que no te interesa. Conoce lo que ella necesita para ser feliz y haz todo lo posible por dárselo con amor.

3. La comprensión: Nace de la comunicación y la escucha. Si no hay comprensión entre los dos, no llegarán a ninguna parte. Es fundamental que haya afinidad, pero que comprendan que el otro no debe comportarse como uno, ni pensar igual en todo. Cuando surjan los conflictos, tengan muy presente la herramienta de la comprensión para ser más tolerantes y maduros y poder solucionar las dificultades.

4. El amor: Lamentablemente en la actualidad se valora más lo material que lo afectivo, y la falta de afecto con el tiempo suele terminar con muchas relaciones de pareja. Nunca debes olvidar que la base sobre la que surgió su la relación es justamente el amor, un sentimiento que deben demostrarse en todo momento, en las buenas y en las malas.

5. El ser amado: Es indispensable amar al otro, pero también dejar que nos ame. El amor debe ser mutuo, un sentimiento para dar y recibir constantemente. Hay personas capaces de dar todo su amor, pero les es difícil dejarse amar. Encuentren con la pareja este equilibrio sentimental.

6. La sexualidad: La atracción física es imprescindible para que dos personas tengan una vida sexual placentera y creativa. El sexo no lo es todo, pero sí es indispensable tener el suficiente para estar unidos. Para ser felices, ambos deben disfrutar el sexo con la pareja, y debe ser algo que los una y no que los separe. El equilibrio sexual no es fácil de conseguir, pero nunca dejen de intentarlo.
   
7. La confianza: Si no existe una total confianza en el otro, la relación no funcionará. Es fundamental para que socialicen juntos y cada uno por separado, es decir, que frecuenten juntos a sus amistades y familiares, pero también independientemente.

8. La libertad: Una pareja no es un contrato de esclavitud, sino de apoyo. Por lo tanto ser tolerante con nuestra pareja y permitirle tener sus momentos propios de soledad, reflexión, intimidad o pasatiempos es muy positivo para la relación. Esto los ayudará a que cada uno sea independiente, pero siempre contando con la compañía del otro.

9. El desarrollo en común: Es necesario que tengan en común la forma de pensar en general, para que así puedan desarrollar juntos sus intereses y compartir los mismos objetivos personales, tanto en el aspecto material (casa, trabajo, bienes, viajes) como en el espiritual (el sentido de estar juntos, el sexo, el matrimonio, los hijos, la vida).

10. El desarrollo personal: No confundan el amor con la dependencia. Deben madurar como pareja, pero también tienen derecho a desarrollarse individualmente, siempre que no lastimen al otro.

Fuente: http://www.tnrelaciones.com
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos ha publicado su informe anual sobre los gastos familiares en el cuidado de los hijos hasta los 17 años de edad, encontrando que una familia de ingresos medios con un niño nacido en el año 2010 gastará alrededor de $ 226.920 ($ 286.860 si se confirma la inflacción prevista) para alimentos, vivienda, educación y otras necesidades durante los próximos 17 años. Esto representa un incremento del 2 por ciento a partir de 2009. 

Los gastos de cuidado infantil, de transporte, de educación y el cuidado de la salud registraron el mayor incremento. El estudio se basa en datos de la Encuesta del gobierno federal de Gastos del Consumidor, la fuente más completa de información disponible sobre los gastos del hogar. Para el año 2010, por cada hijo de crianza anual los gastos de una renta media, de dos padres de familia oscila entre los 11.880 y los 13.830 dolares, dependiendo de la edad del niño. El estudio apunta además, que el gasto por hijo decrece cuando las familias son numerosas: familias con tres o más hijos gastan -según el estudio- hasta un 22 % menos que familias con dos hijos. Este informe, publicado anualmente desde 1960, concluye que debería servir para desarrollar políticas familiares y educativas adecuadas; es, además, un valioso recurso para los tribunales y los gobiernos estatales en la determinación de pautas de manutención y los pagos de cuidado de crianza. (Abstract)
Fuente: USA - Expenditures on Children by Families, 2010.Washington D.C., 2011/05/01, (.pdf, 791 Kb., 40 p.) 

Aquí te damos algunos consejos para mantener una excelente relación duradera a largo plazo.

1. Comunicación. La buena comunicación es esencial. Esto significa la importancia de ser capaz en todo momento de escuchar abiertamente, hablar claro y con sinceridad e interpretar correctamente otros signos de comunicación no verbal (enfado, cansancio, preocupación, distanciamiento, irritación, ilusión, entusiasmo...)

2. Apoyo inequívoco. Esto significa una disposición total a apoyar todo lo que es bueno para tu pareja. Esperando y apoyando sus éxitos y máximos logros.

3. Autoestima. Para ser un excelente compañero, primero debes preocuparte de estar bien contigo mismo. Preocúpate de tus necesidades de todo tipo: espirituales, emocionales, físicas, mentales, y mejora como ser humano todo lo que esté en tu mano. 

4. Capacidad para perdonar. En una larga relación siempre se cometen fallos en la vida de la pareja. No importa el amor que se sienta, algunas veces estaremos enfadados, heridos, resentidos acerca de algo que el otro ha hecho o no ha hecho. Estar siempre dispuesto y preparado para pedir perdón es esencial para la estabilidad y salud de la relación de la pareja a largo plazo. 

5. Amor sincero. Es uno de los fundamentos indispensables de una relación sólida. Esto será un buen "seguro" para soportar otras "inclemencias" en la vida de la pareja. 

6. Igualdad. Compartir las obligaciones y los beneficios en régimen de equidad en todo lo que ocurra dentro de la relación de la pareja: retos, responsabilidades, elogios... Ser pareja significa compartir una vida juntos en todas sus facetas y hacer espacio para que la pareja haga sus propias contribuciones. 

7. Flexibilidad. El tiempo y las circunstancias nos cambiarán y por tanto es importante ser lo suficientemente flexible time para adaptarnos y evolucionar. Es esencial, sin embargo, saber que no cambiarás tus principios (valores, compromisos) o en el camino que la pareja debe andar conjuntamente.

8. Compromiso. En el mundo actual es frecuente enfrentarse continuamente a múltiples prioridades y responsabilidades. Es fácil para una relación actual olvidar la importancia de mantener una relación de pareja como la prioridad más importante, lo que requiere un compromiso contigo mismo en términos de tiempo, energía y dedicación.

9. Ser positivo. Una persona que piensa negativamente hace la convivencia de la pareja mucho más difícil. Pensar en positivo crea un buen clima en cualquier relación humana, y la relación de pareja no es una excepción. 

10. Haz una relación divertida. Intenta sorprender a tu pareja. La vida es muy larga hazla grata y divertida. Ten tiempo, paciencia e interés para sorprender a tu pareja. Juega, viaja, ríe, llora y vive la vida todo lo intensamente que puedas con ella.

11. Sexualidad. No caigas en la monotonía y en la apatía. Aunque esté presente una amor sincero y verdadero, la pareja hará bien en cuidar, mimar, desarrollar, mejorar, todo lo relacionado con su vida sexual.

12. Hijos. Los hijos deben servir para unir y no desunir. Educa y contempla a tus hijos desde la perspectiva de la pareja. Trabaja en la misma dirección y siempre trata de reforzar el papel de tu pareja ante tus hijos.

13. Afrontar conjuntamente los problemas. Hemos encontrado multitud de fuentes de problemas en la pareja. Intenta dar una solución rápida y eficaz conforme vayan viniendo...

Fuente: www.euroresidentes.com/amor/pareja/pareja-consejos.htm
La violencia conyugal como lo dice su nombre, se refiere al maltrato que ocurre entre los integrantes de la pareja. Aunque por definición la violencia conyugal implica que los que viven el problema de violencia, son los integrantes de la pareja, este tipo de maltrato afecta a toda la familia. Como se señaló los niños o jóvenes, u otros adultos que viven en la casa, que son espectadores de la violencia entre la pareja son también maltratados. Estos sufren daños psicológicos por estar constantemente asustados y expuestos a la tensión, y a la espera de un nuevo episodio de violencia al interior de la pareja, cualquiera sea el tipo de las agresiones (psicológica, física, sexual o económica).

Se debe señalar además que la violencia conyugal produce un quiebre en la vida de la pareja ya que altera la definición por la cual la pareja y familia viven juntas, que es la de cuidarse y respetarse mutuamente. Ello tiende a provocar una sensación de inseguridad tremenda en los integrantes de la pareja y de la familia. 

En nuestro país una de cada cuatro mujeres vive maltrato de algún tipo por parte de su pareja(SERNAM, 1996). El maltrato hacia el hombre es mucho menos frecuente, y es difícil detectarlo por factores culturales: los hombres no se atreven a denunciar que son agredidos por una mujer, sea física, psicológica o sexualmente. El maltrato más frecuente hacia el hombre es de tipo psicológico. En cuanto a este aspecto se puede mencionar que dentro del 62% de los hogares que viven violencia intrafamiliar, el 25% de los casos corresponden a violencia cruzada (ambos se agreden) y aproximadamente el 2% de los casos a violencia hacia los hombres, el resto (63%) corresponde a violencia hacia la mujer.

Fuente: http://www.ecovisiones.cl/informacion/violenciaenlapareja.htm
1. De cariño
Se relaciona con el sentimiento de intimidad. Este tipo de relación es la que se da entre amigos, familiares...etc. Necesita de más componentes para considerarse una relación de pareja.
2. Entusiasmo
Se relaciona con la pasión. Como la palabra indica, puede ser un sentimiento fuerte pero frágil. Embriaga en un primer momento pero está expuesto a desaparecer en cualquier momento si no surgen otro tipo de cosas.
3. Amor de compañeros
Es el sentimiento de intimidad sumado al de decisión de compromiso. La pasión no existe, pero puede desarrollarse. Si no es así, la relación es la que podría darse entre dos buenos amigos, por lo que una tercera persona que provocase pasión en uno de los miembros podría acabar con este tipo de relación de pareja.
4. Amor romántico
Es la intimidad más la pasión. Dos elementos importantes están presentes, pero si no hay decisión de proseguir con la relación, no hay un compromiso para el futuro, las posibilidades de que la relación continúe son inciertas.

5. Amor apasionado
Es la pasión sumada a la decisión y compromiso. La pasión está sujeta a variaciones, por lo que en los momentos en los que desaparece, se necesita de la intimidad para satisfacer las necesidades personales más importantes. Si no se encuentra en estos momentos, es muy difícil que quede algo que nos una de una forma personal a nuestra pareja. Este tipo de amor se confunde frecuentemente con el amor consumado
6. Amor consumado
Se trata de la suma de los tres elementos: intimidad más pasión más la decisión y compromiso. Toda la gente desea este tipo de relación, pero es frecuente que se confunda el apasionamiento con el amor y que se de una falta de intimidad. Este tipo de relaciones puede acabarse cuando la pasión desaparece y no puede volver a regenerarse debido a esta falta de intimidad, se habría estado en un amor apasionado. Es importante analizar si realmente existe esa intimidad para saber si el amor es consumado.

Fuente: Tips para tu Relacion de Noviazgo 
http://www.parejaplena.com

Es un sacramento y es parte de la vida espiritual de cada creyente, pero bien sabemos que recibe constantes ataques. Este sacramento, que cada vez pierde más valor entre las sociedades tecnológicamente avanzadas, tiene como enemigos: el mal, el mundo y la carne.
El mal utiliza las engañosas atracciones del mundo y la sociedad que no comparten valores para estimular deseos egoístas, y son éstos los que alejan al alma de Dios y sus planes.
Dado que en una relación el control es compartido por igual por cada esposo, ambos deben ser abiertos, saber perdonar, ser flexibles y, si se llega a un punto en que la relación puede hacer sentir temeroso o inseguro a algunos de los dos, han de evitar lo que no se pueda controlar.
Los esposos no están solos en el cumplimiento de su misión en la tierra. Los enemigos son fuertes, pero mediante la oración y la orientación espiritual apropiada, la pareja encuentra la confianza para enfrentar cualquier situación.
Lo mejor que pueden hacer por su matrimonio radica en esforzarse por lograr la santidad. Mientras más llenos estén de Dios, más abiertamente vivirán su vocación matrimonial.
Como seres humanos, los esposos son vulnerables al egoísmo y a la autosuficiencia, a la impureza del alma y cuerpo, a la auto-complacencia, a la rutina, y si tratan de combatirlo solos, los vencerá. Por eso existe la pareja, para ayudarse mutuamente.

Fuente: http://www.lecristo.com/index.php/

Este día de San Valentín se ha convertido por tradición en una buena ocasión para obsequiar detalles a nuestros seres queridos. Debido a esto las compras por internet aumentan mucho en estas fechas tal y como lo hacen en Navidad, en el caso de Latinoamérica, Mercado Libre es uno de los sitios especializados en esta rama, y precisamente fueron ellos los encargados de hacer esta curiosa infografía con algunos datos sobre esta fecha.



Así que por si alguna vez te habías preguntado acerca de qué es lo que más se regala, cuál país lo celebra más y algunos consejos sobre que no nos gusta recibir en esas fechas, te sugiero que le des una leída a estos datos plasmados en la infografía.


 ¿Interesantes no? Ahora ya sabes que regalar para este 14 de febrero.

Fuente:http://www.webadictos.com.mx/2011/02/05/datos-curiosos-sobre-el-dia-de-san-valentin-infografia/
Los límites definen quién es usted, y refuerzan la idea de que usted es algo separado y distinto de los demás. Describen lo que piensa y siente, tanto como lo que usted quiere hacer. Le informan dónde termina usted y empiezan los demás y lo más importante de lo límites es que ayudan a determinar en qué es usted responsable y en qué no.

Una relacion saludable de noviazgo requiere limites correctos, sólidos y bien definidos.

La única manera de evitar que todas las personas le pasen por encima es dejar que su sí sea sí y su no sea no.

Demasiados novios no saben cómo, ni cuándo, ni dónde fijar los limites.

1. Su cuerpo le pertenece a usted

Usted debe fijar limites definidos en el aspecto fisico/sexual o será arrollado durante el noviazgo. No podemos subestimar la importancia de la clara definicion de limites en esa área.

Los limites fisicos incluyen la capacidad de decir no cuando su pareja quiere ir más allá de lo que usted cree que es apropiado.

Si su pareja no respeta sus limites, tómelo como una descarada violacion de sus limites y pídale a su pareja que dé marcha atrás. Si su pareja tiene tan poco respeto hacia usted respondiendo con una fría indiferencia, aléjese de esta persona.

Su relacion será un infierno si usted trata de seguir con esa falta de respeto.

Si usted no fija sus límites desde el principio y antes de que comiencen los problemas, será difícil evitar que esa persona le pase por encima.


2. Sus emociones le pertenecen a usted

Las emociones son extrañas y con frecuencia parecen impredecibles e incontrolables. No obstante usted y yo, seguimos siendo los responsables de nuestras propias emociones y, por ende, los que tenemos que poner los limites emocionales en nuestra relacion de noviazgo. Nosotros somos los dueños de nuestras emociones.

Se sorprenderia el saber que muchas personas no saben dónde terminan sus emociones y dónde comienzan las de su pareja. No se puede permitir a sus parejas introducirse a sus vida en un grado en el que básicamente controlen sus vidas.

Primero: usted necesita ser capaz de comunicarle a su pareja cómo se siente. La capacidad y voluntad de identificar y expresar lo que usted verdaderamente está sintiendo es probablemente el único factor más importante para promover intimidad en su relacion.

Expresiones sencillas como "tengo miedo", "estoy triste" o"me siento solo" son afirmaciones poderosas y sirven para que otros lo conozcan en un nivel más profundo.

Por favor, no vaya a expresar estas afirmaciones en su primera cita (vaya despacio). Pero una vez que progrese en sus relaciones debe tener la libertad de expresar a su pareja cómo se siente.

Segundo: necesita ser dueño de sus sentimientos y ser capaz de separarlos de los de su compañero. Si descubre que sus sentimientos están de alguna forma dictados por las acciones o emociones de su pareja, entonces usted está demasiado conectado emocionalmente con ella. Usted está permitiendo a otra persona que controle su estado emocional.

Por ejemplo: si usted se descubre diciendo cosas como: "cuando mi novio está enojado o irritable, yo tambien me enojo" o "cuando mi novia está triste, se arruina toda la noche", usted no está fijando límites entre usted y su pareja. Nadie debería tener ese control sobre sus emociones.

Cuando usted toma la negativa emocion que su pareja está experimentando, como una cosa contagiosa, usted se está transformando en un camaleon emocional, y eso no es saludable.

3. Sus pensamientos le pertenecen a usted

Nadie puede pensar por usted. Usted es cien por ciento responsable de sus pensamientos. Los limites mentales son los que son dueños de sus pensamientos, y no esperan que otros lean su mente.

Si usted se expresa a sí mismo pensamientos negativos como "Nadie va a querer salir conmigo nunca" o "nunca encontraré a esa persona tan especial", entonces cosechará las esperadas consecuencias de estos pensamientos distorsionados: ¡No hay citas!

Otro aspecto de poseer sus pensamientos es no esperar que otros se los lean. Por ejemplo esa mentalidad de: "si realmente me amaras sabrías qué estoy sintiendo" es absurda. Usted no puede esperar o asumir que una persona pueda saber instintivamente lo que usted está pensando o sintiendo en un momento determinado.

Si está de mal humor o quiere hacer algo y su pareja no entiende las señas, entonces simplemente dígalo. No juegue a las adivinanzas si el otro no capta.

Aprendiendo cómo tomar el control sobre sus pensamientos por un lado y cómo expresarlos a su pareja por el otro hará que sus relaciones se deslicen más  suavemente.


4. Sus acciones le pertenecen a usted

Una de las acciones más erradas que tratamos de hacer en las relaciones es tratar de cambiar al otro.

¿Alguna vez se ha sorprendido a sí mismo tratando de moldear y darle forma a su pareja como si fuese un objeto?

Usted debe ser responsable de su conducta, y deje a los demás ser responsables de la de ellos.

¿Es realmente su tarea tratar de cambiar, moldear, sanar, reparar o reformar a la persona con la cual está de novio?

¡Claro que no!

Si no le gusta lo que ve, entonces apártese, porque es pecaminoso y errado oprimir a otras personas tratando de controlarlas.

Fuente: Tips para tu Relacion de Noviazgo 
http://www.parejaplena.com