¿Cuál es la clave para pasar toda
la vida con esa persona especial? ¿Cómo se consigue un matrimonio duradero que
aguante todas las tormentas y sepa llegar siempre a buen puerto? La clave
podría estar en la infancia porque desde las edades más tempranas las personas
reciben influencias que tendrán efecto en su vida futura.
Así lo ha determinado un estudio
de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard que ha demostrado que
los matrimonios más duraderos se relacionan con una infancia en donde el amor y
el cariño estuvieron muy presentes.
El cariño en la infancia mejora
la relación de pareja
Los miembros de este estudio
analizaron los datos de 81 matrimonios seguidos en una investigación a largo
plazo en la que tuvieron en cuenta variables como la duración de su matrimonio,
nivel de cariño en la infancia y la manera en la que asimilaban los problemas
típicos de la pareja.
Analizando estos datos apreciaron
que aquellas personas que tuvieron una infancia repleta de cariño y afecto
conseguían manejar de mejor forma el estrés posteriormente. Esto suponía que
cuando aparecían las discusiones o algún problema en la pareja, estos
individuos tenían una mayor facilidad para solucionar estas situaciones y
alcanzar un clima de diálogo.
Manejo de las emociones en el
matrimonio
Un mejor manejo del estrés supone
un mejor control de las emociones. Es decir, las personas que saben llevar
mejor su nivel de tensión emocional, saben calmarse en situaciones tensas como
una discusión y no calentar más el ambiente. "Encontramos que este vínculo
ocurre en parte debido a que una niñez más llena de cariño promueve una mejor
gestión de las emociones y las habilidades interpersonales en la mediana edad,
y esas habilidades predicen unos matrimonios más seguros a una edad más
avanzada", explica Robert Waldinger, cabeza de esta investigación.
Estos resultados corroboran los
alcanzados en otras investigaciones realizadas en este mismo sentido en donde
se demuestra que una infancia donde el cariño y la comprensión están presentes,
deriva en una madurez emocional mejor. "Una vida familiar con cariño en la
niñez puede tener 'efectos abarcadores' sobre el bienestar, el logro vital y el
funcionamiento en las relaciones a lo largo de toda la vida", afirma
Waldinger.
Por su parte Marc Chulz, otro de
los responsables de este estudio, afirmó que es increíble como acciones
producidas en la infancia tienen un efecto posterior en la vida adulta.
Consecuencias positivas que se pueden seguir apreciando incluso en los
matrimonios de personas octogenarias que recibieron una infancia repleta de
cariño.
Claves para una relación fuerte
en pareja
Además de una infancia rodeada de
cariño, las parejas deben trabajar cada día porque su relación se haga más
fuerte y se afiance. Estas son algunas claves para trabajar por ello:
-
Buscar siempre el segundo lugar. El egoísmo no funciona en un noviazgo
ni en un matrimonio. Con frecuencia las parejas tienen menos empatía entre sí
que con sus amigos. Se preocupan por estar al tanto de los éxitos y buscar
áreas de interés común, incluso ceder para evitar romper una amistad. Sin
embargo, no ponen la misma energía cuando se trata de la relación con el otro.
Una forma de actuar que debería ser a la inversa ya que los mejores matrimonios
son los que siguen la máxima "dar es mejor que recibir".
-
Ser generoso en tus halagos. Al menos una vez al día, busca algo
positivo que decir a tu pareja. Siempre puedes encontrar algo admirable y digno
de ser alabado. Piensa en estas cosas, pon atención a lo largo del día. Para
asegurar un amor para toda la vida, debes ser el "fan número uno" de
tu pareja.
-
Pasar mucho tiempo juntos. Es un mito que las parejas felices han de
llevar vidas, intereses y actividades independientes. Encontrar una
"identidad compartida para dejar de ser "individuos" y ser
"casados", afianzará mucho más el matrimonio.
-
Expresar el amor frecuentemente y con creatividad.
Fuente: Damián Montero para Hacer
Familia
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