El compromiso en la relación de parejas puede implicar diferentes cosas, según la pareja de la cual se trate. Para una pareja determinada el compromiso puede significar una cosa y para otra algo muy diferente. Pero, en definitiva, ¿qué implica el matrimonio en las relaciones de pareja? o siendo más específicos, ¿qué quiere decir el compromiso en el marco de una relación de parejas?.
Compromiso en la relación de parejas El compromiso en la relación de parejas va a tener que ver con los valores culturales, que compartan los integrates de la pareja y en esto, van a jugar diferentes aspectos entre los cuales está la historia de cada uno, su tradición familiar, sus valores y creencias particulares, etc.

Lo cierto es que más allá de crencias o significados diversos sobre el compromiso en las relaciones de pareja se pueden determinar algunos aspectos:

    El compromiso tiene que implicar amor para que la pareja tenga éxito.
    De no haber amor y existir solamente compromiso la pareja está destinada al fracaso.
    El compromiso no tendría que anteponerse a los tiempos de la pareja más allá de haber amor.
    El compromiso le da formalidad a la pareja y la consolida de alguna forma como por ejemplo por medio del matrimonio.

Estos son los aspectos esenciales en relación al compromiso en la relación de pareja y como decía al inicio del artículo, cada pareja va a tener sus particularidades en torno a las significaciones que le otorguen al compromiso.
Fuente: Sebastián Méndez Errico, Consejos para la pareja.
La pareja pasa por diversas fases en su vida y va a tener mejores y peores momentos, pero va a depender mucho de los proyectos que tenga, para que se reactive el amor y el deseo. De allí la importancia tanto de proyectar juntos, como del proyecto de pareja, que dé sentido a la relación.
La importancia de los proyectos para la pareja Sobre la base de un amor existente hay que tomar en cuenta que la pareja puede atravesar momentos de estancamiento, debido a la cotidianidad que puede llegar a desgastar.

El plantearse proyectos puede renovar el deseo y de alguna forma reactivar el amor, que subyace en una pareja. Los proyectos pueden ser diversos, ya sean a corto o a largo plazo.

Se trata además, no solamente de plantearse un proyecto sino que habría que formularlo, es decir, que ese proyecto se convierta en un espacio de comunicación de la pareja en el que se planteen los objetivos de ese proyecto y una forma de lograrlo. Por ejemplo:

    Un viaje,
    una casa nueva,
    reparar la casa donde se vive,
    tener hijos o más hijos,
    un emprendimiento empresarial, etc.

Son varios los proyectos que pueden renovar la vida de la pareja.

Fuente: Sebastián Méndez Errico, Consejos para la pareja, La importancia de los proyectos para la pareja.
Los temas para hablar en pareja pueden ser diversos, pero todo lo que agregue comunicación positiva en la pareja es algo que contribuye a la salud de la misma. En este artículo verás una serie de temas que no pueden faltar en la pareja.
Temas para hablar en pareja A continuación te detallo una serie de temas importantes para tratar en la pareja, que sin duda, van a mejorar la comunicación y el conocimiento mutuo:

    Hablar sobre la historia de cada uno.
    Saber sobre la familia de cada miembro de la pareja.
    Conocer sus deseos y sueños.
    Hablar sobre proyectos posibles en conjunto.
    Hablar sobre la sexualidad que están teniendo y formas de mejorarla.
    Hablar sobre las cosas que más molestan del otro.
    Saber qué cosas son las que más le agradan al otro.
    Conocer qué aspectos personales o actitudes de cada uno le atrae o le genera más rechazo al otro.
    Preguntarse qué cosas habría que mejorar en la pareja para estar mejor.
    Aclarar malentendidos, es decir, todos aquellos temas que no hayan quedado claros para alguno, reformularlos y conversarlos nuevamente.

Estos temas son importantes para que oficien como disparadores de una comunicación saludable en la pareja.
Fuente:  Sebastián Méndez Errico Consejos para la pareja, Temas para hablar en pareja.
A veces, una pareja no logra ponerse de acuerdo sobre determinados temas, como puede ser el modo de gastar el dinero, educación de los hijos, etc. Cuando no se encuentra una solución y cada uno de los miembros de la pareja intenta salirse con la suya, pueden empezar a tener discusiones frecuentes que crean una sensación de malestar que acaba afectando la buena salud de la relación.

Para manejar estos desacuerdos y encontrar soluciones hay varias cosas que puedes hacer:

Tener claro las necesidades de cada uno

Algunas personas ven el problema solo desde su punto de vista y no saben realmente qué es lo que su pareja está defendiendo ni por qué, ni cuáles son las necesidades que necesita cubrir al adoptar esa postura. Por ejemplo, tu punto de vista podría ser este: "Quiero ahorrar dinero para comprar muebles nuevos que mejoren el aspecto de la casa y sentirme mejor en ella, mientras que mi pareja solo piensa en derrochar el dinero en salir a divertirse". Y el punto de vista de tu pareja podría ser este: "Creo que el dinero es para disfrutar de la vida y gastarlo en cosas agradables, y que la casa está bien como está, pero mi pareja solo piensa en ahorrar continuamente y así no se disfruta de la vida". Con esto están demostrando que ninguno de los dos conoce ni entiende del todo lo que el otro quiere ni cuáles son las necesidades que quiere cubrir al hacer eso. Para alcanzar un acuerdo es importante que ambos conozcan y entiendan bien el punto de vista del otro. Para ello, podéis plantearos las siguientes preguntas:

    ¿Qué es exactamente lo que te molesta del comportamiento de tu pareja?
    ¿Cuáles son las necesidades tuyas que tu pareja está impidiendo que satisfagas con su postura?
    ¿Qué es lo que a tu pareja le molesta de tu comportamiento?
    ¿Cuáles son las necesidades de tu pareja que estás impidiendo que satisfaga al mantener tu postura?
    ¿Qué diferencias existen entre las necesidades no satisfechas de tu pareja y las tuyas?

Compartir las diferencias y buscar soluciones

Damián llegaba con frecuencia tarde a casa porque después del trabajo se quedaba a veces con algún cliente o compañero de trabajo para tomar algo y su esposa, Begoña, se quejaba de que no podían pasar ninguna tarde juntos. Pensaba que era un comportamiento egoísta y de rechazo y que él no hacía lo suficiente para pasar más tiempo con ella. Él le explicó que aunque no siempre le apetecía quedarse hasta tarde, en realidad esta socialización era importante para su trabajo y formaba parte de él. Begoña podía entender esto, pero seguía sin gustarle. Ella le explicó que se sentía sola por las tardes al llegar a casa después de un día de trabajo estresante y le gustaría poder relajarse un rato junto a él o hacer algo juntos. Al hablarlo y entender mejor las necesidades del otro, se dieron cuenta de que ambos tenían parte de razón y ambos tenían derecho a querer satisfacer ciertas necesidades que eran importantes para ellos. A partir de esta comunicación y entendimiento, estuvieron más dispuestos a buscar soluciones que tuvieran en cuenta las necesidades de ambos, en vez de esperar que el otro renunciase a satisfacer sus propias necesidades para poner por delante las de su pareja.

Se dieron cuenta de que en realidad él no pasaba todas las tardes fuera y que ella podía disfrutar de esas tardes juntos y de los fines de semana. Por otra parte, ella se dio cuenta de que estaba centrándose demasiado en él para satisfacer sus necesidades y que también podría llenar esas tardes visitando amigos y familiares o haciendo otras cosas sin depender tanto de él. Por su parte, él se dio cuenta de que ella tenía también razón y que a veces se quedaba a tomar algo con los compañeros sin ser realmente necesario, sino más bien porque le costaba trabajo decirles que no, y se comprometió a volver temprano a casa con más frecuencia.

Es decir, cuando cada uno entendió cuál era realmente el problema del otro y sus necesidades no satisfechas, pudieron encontrar soluciones y alternativas para satisfacer esas necesidades, así como hacer ambos ciertas concesiones o cambios que acabaron solucionando el problema.

Cuidado con el "tú deberías…"

Para manejar las diferencias y tener una relación sana es importante dejar de lado los sentimientos de enfado y las exigencias de que tu pareja debería, a toda costa, comportarse exactamente como tú quieres que se comporte. La diferencia fundamental entre tener una discusión que no va a ninguna parte y el hecho de compartir y entender las diferencias, es que en el primer caso no estás intentando conocer ni entender el punto de vista de tu pareja, sino tan solo salirte con la tuya y que tu pareja haga lo que tú quieras, sin tener en cuenta sus deseos y necesidades. Por tanto, si en vez de poneros a discutir lo que cada uno debería hacer, decidís sentaros a hablar para entenderos, habréis sentado las bases para solucionar el problema y tener una relación de pareja más duradera.

Fuente: Ana Muñoz, Cepvi.com